4.10.2017
PADRE PIERINO: El seráfico padre san Francisco, el pobrecillo de Asís, está adornado de una rica corona de santos y santas, sus hijos, en el Paraíso.
Il serafico padre san Francesco, il poverello di Assisi, è adornato da una ricca corona di santi e sante, suoi figli, in Paradiso.
PADRE PÍO:
Mi queridísima hija: ¡Jesús sea siempre todo tuyo, te mire siempre con benevolencia, te asista siempre y en todo con su gracia vigilante, te sea siempre y en todo escudo, apoyo y guía, y te haga santa!
Con estos deseos muy sinceros, que con frecuencia le presento a Jesús, doy respuesta a la carta que me enviaste por medio de la señorita Serritelli. Estoy contento al saber que rebosas siempre buena voluntad, y doy vivísimas gracias a Dios por ello. Procura hacer fructificar cada vez más los talentos recibidos de Dios.
Trabaja incansablemente por la salvación de nuestros hermanos, y lleva al conocimiento de todos el espíritu de san Francisco, que es del todo el espíritu de Jesucristo. La sociedad necesita reformarse; y yo no conozco otro medio más eficaz que el que todos sean terciarios de san Francisco y vivan su espiritualidad. Con esta finalidad y condición, te aceptaré en el número de mis queridísimos hijos.
Encomendándome a mí mismo y a todos los míos a tus plegarias, con paterno y redoblado afecto te bendigo.
(25 de enero de 1914, a Elena Bandini – Ep. III, p. 1050)
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