LA PRESENCIA DE DIOS EN MEDIO DE LA HISTORIA DEL HOMBRE.



A lo largo de la historia, Dios ha hablado a los hombres de muchas maneras, hoy nos ha hablado por medio de Jesucristo. Él se hace hoy presente en medio de su Iglesia, la Iglesia que él ha querido fundar. Cristo, única promesa de felicidad, se hace presente en la realidad de cada día, en cada hombre y en cada acontecimiento.

Por ello, este blog lo que pretende es reconocer a través de los hechos en la Iglesia, la presencia de Dios en medio de su Pueblo.

lunes, 30 de julio de 2018

Pensamientos

28.07.2018

PADRE PIERINO: ¿Tú te conoces a ti mismo? ¿Eres lo que deberías ser? ¿Te esfuerzas por serlo?  Reza, reza mucho y lo lograrás.

Tu conosci te stesso? Sei quello che dovresti essere? Ti sforzi di esserlo? Prega, prega molto e riuscirai.

PADRE PÍO:

Si la gracia de Dios no te hubiera iluminado y atraído hacia Él, tú habrías sido como el necio que, después de toda una noche caminando por la orilla del río sin advertirlo, a causa de las densas tinieblas que lo rodeaban, al despuntar la luz que le advierte del peligro en que se ha encontrado, despreciando la luz, continúa el camino desafiando el peligro. ¡Desgraciado!, en cualquier momento la orilla se termina bajo sus pies, cae y se ahoga.

También tú recorriste durante una buena parte de la noche la senda del precipicio; pero la gracia de Jesús fue tan poseedora que no se limitó a iluminarte y advertirte del peligro real que hasta ese momento habías corrido, sino que quiso hacer algo más contigo: atraerte hacia él, sin privarte de tu libre albedrío, con la fuerza del amor.

Esta fuerza amorosa tú la sentiste y no pudiste hacer otra cosa que darte por vencida. Ahora bien, Jesús podía haberse comportado contigo como la luz se comportó con aquel infeliz: pero no, su piedad te quería para él. Observa los amorosos modos de tratar de este buen Padre: desde entonces con afecto realmente admirable no te dejó un solo instante. Él está siempre a tu lado, te gobierna, te cuida, te sostiene, para que tu voluntad no sucumba ante los enemigos que te asaltan por todas partes.

(4 de noviembre de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 217)

29.07.2018

PADRE PIERINO: Sólo la luz de la fe te hace reconocer en Cristo cómo eres delante de Dios, superando las voces erróneas de la conciencia.  Tu fe te dona la luz y la fuerza para cambiar en cómo deberías ser.

Solo la luce della fede ti fa riconoscere in Cristo come sei dinanzi a Dio, superando le voci erronee della coscienza. La tua fede ti dona la luce e la forza per cambiare in come dovresti essere.

PADRE PÍO:

Corresponde del mejor modo posible a la voz que Jesús te ha hecho escuchar: «sufre»; y no te desanimes si te parece que acudes con frecuencia en busca de un cireneo, si la naturaleza grita pidiendo consuelo y te parece, por este motivo, que tu amor hacia Dios no es sincero ni perfecto. Aquí hay un engaño. También la humanidad de Jesús, en su agonía aceptada voluntariamente, oró que se alejara el cáliz; y de esto ¿podrías concluir, sin llevar el estigma de la infidelidad, que el amor de Jesús por su Padre del cielo fue menos perfecto y sincero? Te dejo buscar la solución.

A veces el espíritu está pronto y la carne es débil; pero Dios quiere sobre todo el espíritu. Agárrate, pues, a Él cada vez más con la voluntad, con lo más alto de tu espíritu, y deja también a la naturaleza que se resienta, se queme, reclame sus derechos, pues nada hay para ella más natural que esto; y si hoy también ella está sometida al sufrimiento, éste no le corresponde de por sí y por naturaleza, pues ha sido hecha para la felicidad, sino que los sufrimientos le pertenecen como castigo de su culpa.

(8 de junio de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 440)

30.07.2018

PADRE PIERINO: Para quien tiene fe nada es imposible. Bastaría creer, para custodiar celosamente la fe y salvarte.

A chi ha fede nulla è impossibile. Basterebbe credere, per custodire gelosamente la fede e salvarti.

PADRE PÍO:

¿Quién es el reo, que, al ser torturado, aunque reconozca que lo merece, no sufra los dolores de las torturas y no pida verse libre de las mismas? Recuerda siempre esto, que es una regla general y segura, que Dios, mientras nos prueba con sus cruces y con los sufrimientos, deja siempre en nuestro espíritu un rayo de luz, por el que mantiene siempre una gran confianza en Él y nos hace ver su inmensa bondad.

Te exhorto, pues, a no abatirte totalmente ante la cruz que el cielo te presenta, y a que conserves una ilimitada confianza en la divina misericordia. Raffaelina, Dios te ama y te ama mucho, y tú correspondes del mejor modo que puedes a su amor; Él no desea otra cosa, y tú confía, espera, humíllate ante las actuaciones divinas y ama.

(8 de junio de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 440)

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