LA PRESENCIA DE DIOS EN MEDIO DE LA HISTORIA DEL HOMBRE.



A lo largo de la historia, Dios ha hablado a los hombres de muchas maneras, hoy nos ha hablado por medio de Jesucristo. Él se hace hoy presente en medio de su Iglesia, la Iglesia que él ha querido fundar. Cristo, única promesa de felicidad, se hace presente en la realidad de cada día, en cada hombre y en cada acontecimiento.

Por ello, este blog lo que pretende es reconocer a través de los hechos en la Iglesia, la presencia de Dios en medio de su Pueblo.

sábado, 25 de agosto de 2012

La curiosidad: esa caja de pandora


La curiosidad sirve para muy poco, y es más lo malo que acarrea que lo bueno. Cuanto más vacía de amor de Dios tengas el alma más fuerte será la inclinación a llenarla de cosas innecesarias e inútiles, de distracciones, que te hacen creer que estás lleno de algo cuando, en realidad, estás sólo satisfecho de mucho ruido espiritual. El curioseo inútil y vano es puerta que abre la casa desbordante de la imaginación, esa caja de Pandora de la que salen todo tipo de vientos de dimes y diretes. Y así, sin que te des cuenta, se te va llenando la cabeza, y sobre todo el corazón, de chismes, fantasías, sospechas e imaginaciones que convierten tu espíritu en un cuarto trastero. Es muestra de fina elegancia espiritual no ceder al afán de la curiosidad ni entretenerte en los devaneos y chismorreos insípidos que van y vienen en boca de muchos. Qué más te da lo que piensen de ti, lo que se comente o se deje de comentar, lo que le pasó el otro día a no sé quién, lo que está planeando hacer el de más allá, qué se dijo de ti en aquella reunión en la que no estabas, por qué se hizo eso así y no de otra manera... ¿Te ayuda todo eso a amar más a Dios? ¿o simplemente te sirve para alimentar ese cierto morbo del cotilleo que anima tantas conversaciones superficiales y criticonas? ¿Te imaginas a Nuestro Señor curioseando con sus discípulos sobre lo que se comentaba de él entre los fariseos o entre las autoridades romanas? ¿Te imaginas a Nuestra Madre hurgando en los cotilleos y chismes de las vecinas de Nazaret? Sé dueño de lo que entra y sale por las ventanas de tu espíritu, no sea que, sin darte cuenta, se te meta el ladrón a dormir dentro de tu propia casa.

Mater Dei
Archidiócesis de Madrid

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